El pasado 18 de Febrero el equipo absoluto femenino del Club AD Lacimurga se disponía a enfrentarse al primero de la liga, el Club Pacense Vb., en Navalvillar de Pela. Sabíamos que el partido no iba a ser fácil, ya que además de ser un rival de alto nivel, venía de una derrota contra el segundo de la liga.

Entramos en el partido con muchos nervios, sólo hacía falta mirar las caras de las jugadoras. Jugadoras que normalmente tienen una recepción extraordinaria, fallaban como si llevasen sin entrenar medio año. Jugadoras que normalmente son potentes en ataque, se les encogía el brazo y eso nos hacía mucho daño, ya que el equipo que teníamos enfrente, de un ataque controlado, construía un potente ataque en nuestra contra.

Con todo esto, el primer set comenzaba con un contundente 2-8 para el equipo rival. Ese nerviosismo no nos dejaba actuar. 9-18 en el segundo tiempo muerto, pero parecía que el equipo local quería despertar, quería intentarlo, aunque finalizó este primer set con un 11-25 en el marcador.

El segundo set fue más de lo mismo, pero al igual que en el primer set, se notaban las ganas de jugar y de hacer las cosas bien.

Así, en el tercer set se comenzó con un par de cambios. En el primer tiempo 15-19 en el marcador, en el segundo tiempo 21-23 en el marcador. Había ganas, se notaba que había ganas de luchar. 22-25 en el marcador que daba otros 3 puntos a un gran CPV.

Estas ganas, este luchar en el campo, este pensar que no puede botar la pelota es lo que se busca en este deporte.

A pesar del resultado, este equipo hizo y está haciendo muy buen trabajo. Está logrando resurgir de las cenizas en las que él mismo equipo había entrado solo.

Hay que seguir así chicas, no hay aun nada perdido.

Incluso de las derrotas más contundentes hay que sacar un aprendizaje, en este deporte como en todos se puede ganar o se puede aprender. Esta vez nos tocó aprender, pronto nos tocará ganar.

 

Lacimurga bien, Lacimurga bien, Lacimurga bien bien bien….